✔ 𝟏. 𝐑𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐚 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐭𝐮 𝐭𝐫𝐚𝐛𝐚𝐣𝐨:
Trata de escribir una lista de todo lo que disfrutas de tu trabajo o mantén anotados los momentos que te hicieron feliz en el trabajo. Lo importante es tener esta lista de los momentos positivos a la mano, y cuando sientas que necesitas un poco de motivación la sacas para acordarte de lo bueno.
para saber mas acerca del trabajo en el hogar.
✔ 𝟐. 𝐄𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐭𝐮 “𝐩𝐨𝐫 𝐪𝐮é”:
Cuando te sientas desanimado, recuerda los motivos por los que entraste a tu industria y lo que tratas de lograr a largo plazo. Con un propósito claramente definido, será mucho más fácil encontrar tu motivación intrínseca para seguir adelante con tus planes.
✔ 𝟑. 𝐀𝐜𝐞𝐩𝐭𝐚 𝐞𝐥 𝐫𝐞𝐜𝐡𝐚𝐳𝐨:
En lugar de tratar al rechazo como algo a lo que tienes miedo o que pueda ser una sorpresa desagradable, crea la expectativa de que un cierto número de clientes potenciales te dirán “no” en tu día.
✔ 𝟒. 𝐄𝐬𝐭𝐫𝐮𝐜𝐭𝐮𝐫𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐨𝐛𝐬𝐭á𝐜𝐮𝐥𝐨𝐬 𝐲 𝐜𝐨𝐧𝐯𝐢é𝐫𝐭𝐞𝐥𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐨𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬:
Para ajustar tu modo de pensar para que sea triunfador, estructura los riesgos como oportunidades. Tener una mente positiva en vez de una mente aprensiva te mantendrá motivado a largo plazo.
✔ 𝟓. 𝐅𝐢𝐣𝐚 𝐨𝐛𝐣𝐞𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐜í𝐟𝐢𝐜𝐨𝐬 𝐚 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐨 𝐲 𝐥𝐚𝐫𝐠𝐨 𝐩𝐥𝐚𝐳𝐨:
Establece metas a corto y largo plazo. Las metas a corto plazo permiten que las personas vean mejoras inmediatas en el rendimiento y, por consiguiente, su motivación aumente.
✔ 𝟔. 𝐑𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐞𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐥:
Tomar las cosas de manera personal te mantiene atado a alguien. Si te enganchas a cada oportunidad fallida, te abrumarás por la decepción dentro de muy poco tiempo.
✔ 𝟕. 𝐒𝐚𝐥 𝐚 𝐜𝐚𝐦𝐢𝐧𝐚𝐫:
Si sientes que estás molesto o frustrado, aléjate de la situación. Al hacer algo relajante, podrás concentrarte y enfocar tu mente en lo que te corresponde hacer.